Carol

Carol ha pasado su vida de una situación terrible a otra hasta que al final, el 28 de diciembre de 2007, a las 7 de la mañana, escapó de una vida llena de malos tratos y negligencias por parte de su tía. Empezó a vivir en las calles de Entebbe, sin hogar y pasando hambre. Robert la encontró un día en una situación desesperada, deprimida y se la llevó a la comisaría de policía, esperando encontrar una solución para la situación tan vulnerable en la que se encontraba. Allí le aconsejaron que se la llevara a Malayaka House para poder cuidarla y protegerla. Todavía era menor de edad.

Es fácil imaginar lo que puede pasarle a una chica joven viviendo sola en las calles de una ciudad de un país como Uganda. Sin educación, ninguna posibilidad de empleo, y rodeada de gente pobre y enferma, Carol estaba atrapada en una vida en la que todas las puertas estaban cerradas. Malayaka House le ofreció la oportunidad de una nueva vida, llena de esperanza y de futuro.

Desde el primer momento en el que Carol entró en nuestra casa, encontró su sitio. Viola le dio la bienvenida con los brazos abiertos y enseguida se hicieron mejores amigas. Carol se desenvuelve fenomenal con los más pequeños y se convirtió en una gran ayuda y apoyo para las aunties. Todos los días en Malayaka House hay muchas que hacer para atender a los niños y sus necesidades y la única manera de poder llevarlo a cabo es con el esfuerzo de un gran equipo unido. Carol encaja bien en esta comunidad y enseguida fue consciente, y vio que su historia era parecida a la de los otros y que podía ayudar. Tiene un corazón enorme, es cariñosa hasta decir basta, y le encanta pasar tiempo con los peques.

En 2008 Carol empezó a aprender a coser y encontró su nueva pasión. Es buena con cualquier cosa que se proponga y coser no ha sido una excepción. Malayaka House ha apoyado el lado creativo de Carol y esta nueva habilidad, proporcionándole enseñanza y los recursos necesarios para desarrollar su habilidad para coser y convertirla en un negocio productivo, que todavía sigue operativo hoy en día.

Carol fue la primera de nuestras niñas que encontró trabajo fuera de casa. Trabajó en un lodge en la región sur de Uganda, en la zona de Bwindi, donde están los gorilas. Llevaba una tienda de craft en la que vendía lo que ella misma elaboraba. Tiempo después, volvió a Entebbe donde trabajó para varias mujeres de la ONU cuidando de sus bebés.

Carol dio a luz en 2014 a Promise, una niña preciosa a la que cuida con mucho amor. Desde que dio a luz, volvió a trabajar en Malayaka House, y ahora está involucrada con Pizza Night, y es el alma de “Carol’s Kitchen”, siendo la responsable de la cocina de nuestro pequeño restaurante.

Carol es la mejor con los clientes y tiene don de gentes. Si Carol es feliz, todo el que esté a su alrededor también lo es. Es dulce, fácil de llevar, todo el mundo la quiere y conecta perfectamente con las aunties y las niñas mayores. Los niños la llaman “Baba Carol”, como se llama en Uganda a los hermanos mayores a los que se respeta.