En junio de 2008, tres huérfanos de madre con SIDA tomaron la difícil decisión de escapar del único hogar que conocían. Namatovu (16), Naiga (15) y Hakim (10) huyeron de un orfanato donde la negligencia y los abusos estaban a la orden del día. En colaboración con las autoridades, Malayaka House intervino para ofrecer a los niños seguridad, salud y en última instancia, la esperanza de una vida mejor.

Años después, en 2013, los tres pidieron a Robert que ayudara también a su hermano menor, Cheche, a quien la vida le había arrojado a sobrevivir con su abuela en Kampala recogiendo basura de las calles.

Namatovu, la mayor de los hermanos, ha asumido el papel de líder de la familia. Es fuerte, valiente y segura, una luchadora que perdió su inocencia hace mucho tiempo cuando todos los adultos a su alrededor le fallaban, una y otra vez. No ha sido fácil para ella soportar el peso del mundo sobre sus hombros, pero salvo que uno llegue a conocerla muy bien, no podrá llegar a siquiera imaginar las montañas que ha escalado.

Namatovu es inteligente y decidida a tener éxito a cualquier precio. Además de haber aprendido a protegerse a sí misma, sabe cómo proteger a sus hermanos.

Desde que llegó a Malayaka House, los más pequeños la llaman “Profe Namatovu” (Teacher Namatovu) y es que en todo el sentido de las palabras, Namatovu fue su referente, maestra y administradora de trabajo y disciplina.

A Namatovu le gustaba el trabajo de administración, informática, hojas de cálculo, organización, contabilidad y todo lo que tenga que ver con el ámbito de los negocios.

Su formación práctica giró en torno a nuestros micro negocios de venta de mozzarella, panadería, artesanía… y sobre todo las Pizza Night: ella era la responsable del inventario, contabilidad y administración del negocio en general. Y como Namatovu es además una líder natural, puede motivar al resto del equipo para trabajar duro.

Ahora ya vive independiente, se ha casado, montó un pequeño negocio y es madre de una niña preciosa.