En 2010 decidimos acoger en nuestra casa a un grupo de 10 niñas que vivían en otro orfanato de nuestra zona, en el que los signos de negligencia y abusos eran evidentes. Robert conocía su situación de primera mano porque había estado ayudando a mejorar las instalaciones de dicho centro, y al ver las condiciones en las que vivían, no pudo hacer otra cosa que ayudar a aquellas niñas, trayéndolas a Malayaka House.

Como no estaba en nuestros planes, cuando llegaron tuvieron que compartir camas en una pequeña habitación, pero no les importó, porque estaban contentísimas de haberse convertido en parte de nuestro hogar.

Shanitah es responsable, educada, callada, ordenada, y ayuda con mil tareas del hogar. Es inteligente, le encanta leer y se siente una privilegiada por ir al colegio. Su talento para enseñar a otros es de gran ayuda para todos los que necesitan algo de ayuda en casa. Por ello, tiene muchos amigos. Shanitah quiere ser veterinaria y tener su propio orfanato, para poder dar a otros lo que ella ha recibido en su vida.

Es, probablemente, la más responsable de la casa y le encanta ayudar con lo que sea que pueda, asumiendo responsabilidades y no dejando nunca a nadie solo. Ayuda a las aunties a limpiar, pero también con la organización de la casa.

Es brillante en el colegio y además le encanta. Ha terminado secundaria en el Trinity Senior School y tiene las mejores notas y resultados de la casa. En 2014 le dieron una beca escolar por sus buenas notas… y nosotros no podemos estar más orgullosos.

Ahora le toca decidir sobre los siguientes años de su futuro, eligiendo sus estudios universitarios. Lo que quiera ser, será.