Entrevistamos a… MARTA ESCRIBANO – una de las dentistas que lidera el proyecto de clínica dental SEPA-MALAYAKA
La población ugandesa sufre muchos problemas dentales. Enfermedades tan comunes y de fácil solución como la caries dental y la periodontitis (inflamación de encías con pérdida del hueso que sujeta los dientes) son las causantes de que la gente pierda sus dientes a edades muy tempranas. Algunos ugandeses ni siquiera tienen cepillo de dientes y no son conscientes de la importancia de la higiene bucal. Los huérfanos en particular suelen carecer más que nadie de esta sensibilización.
Un año más, nuestros amigos de la SEPA, Sociedad Española de Periodoncia y Osteointegración, han venido a visitarnos para seguir trabajando en el proyecto de la clínica dental solidaria SEPA-Malayaka House liderado por las doctoras Marta Escribano, Prado Arroyo y Laura García. Junto con otros seis dentistas, el equipo está realizando una gran labor, tanto en Malayaka House como en la región de Entebbe.
El objetivo fundamental es poder atender de manera gratuita a los más de 6.000 niños huérfanos que viven en Entebbe. Pero hablamos de una clínica sostenible, abierta al público general, en la que los precios van a ser muy ajustados y asequibles. ¿Marta ves viable que el negocio sea capaz de generar los ingresos necesarios para mantenerse por sí mismo en un futuro?
Nuestro primer objetivo fue ese, y para eso diseñamos este proyecto. La realidad del desarrollo del proyecto es que está siendo mucho más duro y lento de lo que esperábamos. Por eso, en esta primera fase nos estamos centrando en poder atender, a través de brigadas móviles, las necesidades de tratamiento de algunos orfanatos que están algo alejados de Malayaka House, al igual que estamos visitando los orfanatos cercanos revisando a los niños y enseñándoles métodos sencillos de higiene oral. Cada vez estamos más cerca de poder traer a los niños de estos orfanatos a nuestra propia clínica.
La higiene oral ugandesa es muy pobre, inexistente en muchos casos. La salud oral mejorará en Uganda gracias a la clínica SEPA-Malayaka House. La labor que estáis haciendo es increíble ¿Confías en que con este proyecto sea posible para la población general acceder a alternativas de tratamiento en vez de optar directamente por la extracción, como por desgracia ocurre continuamente cada vez que surge algún problema dental?
Nuestro objetivo principal es concienciar a la población ugandesa en la importancia de la higiene oral y la prevención, lo que permitirá alternativas de tratamiento más conservadoras a las disponibles hoy en día. Es un proyecto a largo plazo, puesto que estas medidas preventivas necesitan de un tiempo prolongado para su instauración y posterior aplicación en la vida cotidiana. Es difícil cambiar hábitos, por eso nos centramos principalmente en la población infantil, que es mucho más permeable a adquirir unos hábitos saludables desde edades muy tempranas. Así, dentro de un tiempo, tendremos adultos conscientes de la importancia de la higiene oral y la prevención en la salud bucodental y general.
El centro para mejorar la salud dental y periodontal de la población será atendido por dentistas locales. ¿Cómo se desarrollará esta colaboración?
Nuestra intención en vincular al proyecto a dentistas ugandeses que sabemos que están haciendo una muy buena labor con sus pacientes, a pesar de que tienen medios muy limitados para ello. Queremos que para ellos este proyecto les sirva también de vínculo con dentistas españoles que, realizando un voluntariado en Uganda, puedan compartir con ellos su conocimiento profesional a través de pequeños seminarios teórico-prácticos.
Eres una de las alma materde la clínica dental solidaria SEPA-Malayaka House. Habéis realizado diversas campañas odontológicas y chequeos en otros orfanatos y centro de niños discapacitados, además de formación en Malayaka House y en colegios. Más de 800 niños que no tenían manera de permitírselo se han beneficiado vuestra actividad, se dice pronto.
Ha sido precioso poder visitar y conocer tantos lugares dónde los profesores y cuidadores trabajan durísimo cada día para poder darles una educación y una vida digna. Y nos hemos sentido siempre muy bien acogidas, por lo que solo podemos dar las gracias por el cariño con el que nos han tratado siempre. Hemos aprendido de cada lugar que hemos visitado, y nos hemos sentido muy felices de poder aportar un poquito de nuestra profesión a mejorar en menor o mayor medida, la salud bucodental de todos esos niños y niñas.
En nuestra casa de acogida, acabáis de cumplir el deseo de año nuevo de Mary. En uno de sus habituales ataques de epilepsia, se cayó al suelo y, al golpearse, perdió uno de sus incisivos. ¿Qué se siente al haber cumplido su deseo y volver a ver esa sonrisa completa?
Ha sido muy emotivo poder reponer el diente de Mary. Desde que el año pasado tuvo el accidente, no ha dejado de recordar a todos en Malayaka House que ella quería un diente. El trabajo realizado por los nuevos voluntarios de SEPA (Assumpta Carrasquer, Juan Carlos Arnao y Mireia Martí) ha sido impecable, más aún si tenemos en cuenta las condiciones en las que han trabajado, que se parecen poco a las clínicas en las que trabajan en España. Mary ahora sonríe continuamente y le cuenta a todo el mundo que tiene ya su nuevo diente. Ha sido maravilloso poder estar allí para ver el cambio y la seguridad que ha adquirido Mary con la reposición de su diente.
También habéis visitado el proyecto LOVE TO LOVE, una escuela/orfanato en la zona de Luwero que se focaliza en niños con VIH / SIDA. ¿Cómo ha resultado esta primera experiencia?
Muy enriquecedora ya que hemos tenido la oportunidad de ver las caras de agradecimiento de esta parte de la población que normalmente se siente olvidada, más aún en medios rurales como en el que se encontraba esta escuela. Gracias a la participación de los voluntarios de SEPA fuimos capaces de impartir charlas educativas y de proporcionar tratamientos dentales necesarios a un gran número de afectados. Y tras el tratamiento dental, todos los niños recibieron un pequeño regalo, además de un cepillo de dientes, pues los voluntarios de SEPA trajeron consigo juguetes, ropa y material escolar. No imagino qué mejor manera puede haber de crear un bonito recuerdo de la visita de los dentistas.
Terminamos dándote las gracias, a ti y a todo tu equipo, por destinar vuestras vacaciones a mejorar el mundo en el que viven nuestros niños. ¿Cuántos años llevas viniendo a Uganda? ¿Puedes darnos tu opinión personal como voluntaria sobre Malayaka House?
Laura, Prado y yo conocimos Malayaka House en 2014, y ya son 5 los veranos que hemos pasado colaborando con ellos. Para nosotras, la casa de acogida es ya nuestra casa, y los niños y aunties, nuestra familia ugandesa. Desde el primer día comprendimos que en esta casa la felicidad y la alegría se cuela por cualquier lugar, y lo inunda todo.
No nos cuesta trabajo venir, al contrario, nos sentimos “vacías” si no lo hacemos. Malayaka House es un ejemplo de proyecto bien gestionado, donde lo primordial es el bienestar y la educación de los pequeños. Con un proyecto como este, ya no hay excusas para no colaborar con una ONG. Además, puedes venir a ver qué se hace con los donativos que reciben, cómo invierten en educación, sanidad y alimentación de los niños, y cómo eso, año tras año, les está permitiendo convertirse en jóvenes con futuro. Ellos serán muy protagonistas del futuro de su país, de eso estamos seguras. Por eso, desde aquí, animamos a todos los que quieran formar parte de un proyecto estimulante y solidario, que vengan a conocer a estos niños y niñas, que son el mejor ejemplo de que, con muy pocos medios pero con mucho cariño y trabajo, se puede mejorar la vida de muchas personas.
A todos los que forman Malayaka House, GRACIAS de corazón por abrirnos las puertas de ese maravillosos hogar que es su casa de acogida.